El poder de las perlas

Hoy en día las perlas son un complemento ideal para las novias… aunque también un gran dilema para ellas ya que en tiempos de la civilización romana una imprudente superstición contaba que las perlas, al parecerse a las lágrimas de los ángeles, las novias que las luciesen el día de su boda serían infelices para toda su vida en su matrimonio.

Sin embargo, en la civilización griega las perlas atraían el amor y eran por ello, muy queridas por las novias. Cuando éstas se las colocaban se veían reflejadas en Afrodita, la diosa del amor y de la belleza, que nació dentro de una ostra, como si fuera una perla, y el agua que goteaba formaba perlas, frutos de todos los poderes de la diosa, y de sus atributos. El cuadro de Botticelli es un gran ejemplo de la relación mitológica entre el nacimiento de Venus (Afrodita para los griegos) y las perlas.

En la época del Renacimiento italiano, nuestras mujeres empezaron a tomar gusto por lucir su cabello, recuperando el estilo romano y griego con más imaginación aún. Éstas adornaban sus melenas con piedras preciosas y perlas, comenzaron a trenzarse el pelo creando coronas en la parte superior de la cabeza adoptando cada vez tocados más elaborados con adornos de oro, perlas o piedras semipreciosas.

En el Siglo XVII culmina la moda francesa, siendo ésta muy intensa e impulsando el arte de la peluquería. Los peinados se convierten en monumentos para admirar, mezclando en el pelo bellas perlas, plumas y flores.

En los años 1800 y 1900, cintas, perlas, y maravillosos pequeños sombreros decoraban sus cabezas dándoles un toque muy elegante y sensual…

Y de repente en el Siglo XXI… ¿quién no ha sucumbido alguna vez a ellas? es la joya más clásica de todas ¡siempre estará de moda! Son un complemento muy versátil, súper favorecedoras, y tienen un matiz muy sensual. Quedan fantásticas con cualquier atuendo, desde unos vaqueros hasta un vestidito de mañana, tarde o noche. Para cualquier momento y evento social. Son elegantes y aportan un lujo muy refinado.

Se considera que son un elemento clásico, pero muy al contrario, nosotros las encontramos muy modernas ¡nos encantan!